Este tipo de traducción se utiliza en el contexto de los documentos legales, como contratos o documentos públicos de índole oficial.
En España, para que la traducción sea considerada como ¨Traducción Jurada¨, la debe realizar un traductor jurado, reconocido por el Estado español.
El acto de jurar la traducción se hace por medio de la firma y sello del traductor jurado.
Cuando la traducción jurada se destina al extranjero, puede que sea necesario modelar el documento conforme a las normas previstas en la convención de La Haya del 5 de octubre de 1961. Para ello, hay que personarse con el documento ya traducido ante la Oficina Central de Atención al Ciudadano del Ministerio de Justicia, las Gerencias Territoriales del Ministerio de Justicia o las Secretarías de Gobierno de los Tribunales Superiores de Justicia.