Para la industria de la traducción, el auge de una tecnología más avanzada parece representar una amenaza para muchos trabajos; sin embargo, ¿será posible que la industria esté completamente dominada por el aprendizaje automático? He aquí algunas razones por las que el aprendizaje de las máquinas nunca sustituirá a los traductores, sino que será una herramienta que muchos traductores utilizarán en su beneficio.
Muchas empresas como Iflexion, Hidden Brains e Icreon se toman en serio la implementación del aprendizaje automátizado. El aprendizaje de las máquinas ha dado muchos saltos en poco tiempo; sin embargo, todo aprendizaje automático se limita a reglas específicas creadas por los programadores.
Esto significa que la máquina puede recopilar grandes cantidades de datos y utilizarlos para hacer predicciones; sin embargo, no puede aprender orgánicamente nuevas frases o tomar decisiones creativas. Por lo tanto, las reglas dentro de un idioma o las pequeñas diferencias gramaticales entre los idiomas que pueden ser irregulares, a menudo se pasarán por alto porque parecen anómalas dentro de los datos recogidos por la máquina.
En esencia, sólo puede producir lo que los humanos ya han hecho y seguir un patrón. Sin embargo, esto causará la pérdida de matices en muchas frases dentro del lenguaje. Muchos de los detalles más finos se pierden a menudo en las traducciones de las máquinas porque el lenguaje está influenciado por la cultura y la sociedad.
El aprendizaje por máquina se basa en reglas y directrices para funcionar adecuadamente; en cambio, los traductores doblan las reglas, adaptan la semántica de una frase y utilizan analogías completamente nuevas para lograr el mismo punto. Este proceso no puede lograrse mediante reglas o automatización.
Aunque la inteligencia artificial y el aprendizaje automático continuarán mejorando y actualizándose, una máquina no podrá combinar la creatividad, la cultura y la moralidad en su proceso de traducción. Entonces, ¿cómo ayudará el aprendizaje automático a los traductores?
A pesar de no ser capaces de traducir todos los detalles y matices, las máquinas hacen un buen trabajo al traducir partes de un idioma en el que se han recogido muchos datos. Efectivamente, los traductores podrán utilizar las máquinas para ayudarles a traducir partes de un texto y luego hacer lo que los algoritmos no pueden hacer... ser creativos.